Esta receta es de esas que equivocadamente pensamos solo podemos tomar en restaurantes porque son muy difíciles de preparar. Y nada mas lejos de ser asi. Digamos que necesitamos tratar con cuidado la materia prima, pero es lo absoluto es complicada su elaboración, por lo que no solo podemos hacerla para nosotros y darnos un buen homenaje sino también ofrecerla a nuestros invitados y quedar de cine.
Puesto que las vamos a consumir crudas, es bastante recomendable comprar gambas que previamente hayan estado congeladas o sin son frescas congelarlas nosotros al menos durante 24 horas para evitar al tan temido anisakis.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
1/2 kilo de gambas
50 gramos de pistachos
Perejil y cebollino
Aceite de oliva virgen, limón, sal y perejil
Lo primero es separar con cuidado las cabezas y la cola, pelar completamente el cuerpo. Luego les damos un corte a lo largo, tanto para poder quitarles la tripilla oscura.
Las vamos dejando abiertas a modo de librillo.
Y las colocamos sobre un papel film previamente pintado de aceite y las cubriremos a su vez con otra capa de film.
Con un rodillo pastelero, una tabla o peso, vamos aplastando despacio y con cuidado para conseguir que queden con un grosor de finas láminas. Una vez conseguido, despegamos con cuidado la parte superior del film y con un cuchillo ancho o con una espátula las desplazamos y emplatamos.
Para hacer la vinagreta ponemos en una picadora los pistachos previamente pelados y también quitadas las finas pieles . Añadimos cebollino y perejil y picamos muy finamente.
Exprimimos el jugo de algunas de las cabezas de las gambas sobre esta picada, a la que añadiremos zumo de medio limón y el aceite.
Batimos hasta lograr que nos quede una vinagreta emulsionada.
¡Listo para disfrutar!