Huevos fritos con arroz y plátanos maduros

Es curiosa ver la cantidad de recetas que van acompañadas de gentilicios que en su mayoría no corresponden con el país al que hacen mención: ensaladilla "rusa", tortilla "francesa", pizza "hawaiana" y asi podríamos seguir con una larga lista. Dentro de ese grupo está el muy conocido "arroz a la cubana".

Por más que hemos preguntado, leído e investigado su orígenes, las diferentes versiones van desde una raíz canaria o también que como los "cantes de ida y vuelta" fue traído a España por los indianos que volvieron de Cuba. 

 

Sin embargo hay diferencias entre lo que habitualmente ofrecen en los, cada vez menos habituales, menús del día en bares y restaurantes y  la manera en la que se elabora en la isla caribeña. Nada de cucharadas de tomate frito y el plátano que acompaña es la variedad conocida como banana gigante o plátano "macho"  que se utiliza cuando tiene el punto óptimo de maduración para poder cortarlos en rodajas y freirlas en aceite muy caliente para que queden con un bonito color dorado.

 

Así que vamos a empezar a hacer una receta que lleve lo mejor de la original y vamos a sustituir ese tomate frito de bote por una salsita ranchera que le dé alegría al plato y al paladar.

Para hacer los plátanos fritos es necesario que éstos estén bien maduros, pero ojo, tampoco muy pasados porque absorben demasiado aceite y además de no ser nada sanos y, pierden firmeza al freirlos.

Lo primero que haremos es tirar de sus extremos para despojarlos de la piel, les cortamos una pequeña punta de cada lado y los vamos loncheando  de un dedo de grosor aproximadamente.....

..........de manera que nos queden todos los trozos regulares y de similar forma y tamaño.

Ponemos aceite a fuego fuerte y cuando esté muy caliente vamos echando los plátanos.

Cuando se hayan dorado por la cara sumergida en el aceite le damos la vuelta hasta que tomen un bonito color dorado y si al al pincharlos con un palillo estan suaves, será el momento de sacarlos y ponerlos en un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y reservarlos cerca del calor del fuego para que mantengan su temperatura.

Mientras vamos haciendo los plátanos vamos preparando la salsa ranchera picantona para acompañar nuestros huevos fritos, picando muy menudos un diente de ajo y una cebolleta poniéndola a pochar en otra sartén junto con una guindilla.

Una vez que la cebolla haya tomado color dorado  añadimos un tomate grande maduro cortado en taquitos pequeños. Mezclamos bien y dejamos  a fuego lento. Pasado cinco minutos salpimentamos y podemos añadir un toque de vino blanco y un pellizco de azúcar. Dejamos a fuego suave otros diez minutos. 

Ya solo nos queda freir los huevos y emplatar. Pondremos una generosa ración de arroz blanco por comensal que acompañen los huevos salseados y los plátanos fritos. 

Veréis que sabrosa combinación del dulzor de los plátanos con la salsa ranchera picante y el arroz bien mojadito en la yema de huevo.

¡A disfrutar, amigos!