Cuando la salud de los mas queridos flaquea, te paraliza el miedo, las ganas se van y la imaginación es una página en blanco.
Pero enseguida piensas en valientes que siguen creando y guisando para toda una familia.
Que cuando te acercas a su cocina a por desayuno, ya hace un rato ........
..... que se está haciendo tu plato.
Y no te molestes en pedir la receta de su empanada......
..... de sus setas guisadas...
.....ni de su arroz con leche. No es suficiente.
La experiencia y el duende no se aprende en los libros.
¡Va por ti Marisa!
Nos debes una master class.